Las voluntarias del Campamento Good Grief, Briana Madison (izquierda) y Emilie Stickley (derecha), en el campamento de este año en Cedaredge.

Como alguien que conoce bien los programas de HopeWest, Briana Madison, directora regional de Heirlooms, sintió que entendía Camp Good Grief, un campamento de fin de semana dedicado a ayudar a los niños a superar la pérdida de un ser querido. Sin embargo, no fue hasta que asumió el papel de "compañera" voluntaria del campamento que realmente comprendió el profundo impacto de este campamento.

Más que un campamento al aire libre para niños, Camp Good Grief ofrece un entorno seguro y compasivo para niños y adolescentes. Con el apoyo del personal de HopeWest Kids y voluntarios capacitados, se los guía a través de actividades como arte, música y narración de cuentos para expresar emociones y aprender habilidades para afrontar el duelo.

“El campamento logra un equilibrio entre las cosas difíciles y las cosas divertidas”, dijo Briana.

Perfectamente organizada por el equipo de HopeWest Kids, cada actividad y sesión grupal se basó en la anterior, y el crecimiento de los campistas durante el fin de semana fue evidente.

Briana, quien se vio personalmente afectada por una pérdida que la inspiró a ofrecerse como voluntaria como compañera, dice que esta experiencia permanecerá con ella por el resto de su vida.

“Hacia el final del fin de semana, mi campista me preguntó si había venido al campamento porque quería jugar al minigolf y al ping pong”, compartió Briana. “Le expliqué que había venido al campamento porque yo también había perdido a mi persona especial cuando murió mi madre y quería ayudar a los niños que habían pasado por lo mismo”.

Su campista reconoció la emoción en la voz de Briana y le tomó la mano. La campista repitió algunas de las reconfortantes palabras de aliento que Briana había compartido durante el fin de semana: Está bien estar triste. Es triste cuando perdemos a las personas que amamos. No llores porque se acabó, sonríe porque sucedió.

“Este momento fue como un verdadero testimonio de la experiencia del campamento, ya que mi campista había adquirido nuevas herramientas para apoyar a otros que están de duelo, así como para superar su propio duelo”, dijo Briana. “No hace falta decir que volveré al campamento durante muchos años”.

Desde entonces, Briana ha animado con entusiasmo a otras personas a que consideren la posibilidad de ofrecerse como voluntarios para ser compañeros de Camp Good Grief. Esta función, dice, simplemente requiere saber escuchar y estar dispuesto a adoptar habilidades de afrontamiento saludables, que, en su opinión, se pueden aprender a cualquier edad.

“Este momento fue como un verdadero testimonio de la experiencia del campamento, ya que mi campista había adquirido nuevas herramientas para apoyar a otros que están de duelo, así como para superar su propio duelo. No hace falta decir que volveré al campamento durante muchos años”.

Briana Madison, voluntaria del campamento Good Grief