Amy iba a dejar de ser voluntaria en HopeWest.
Le encanta viajar y no quería comprometerse con el voluntariado y luego tener que tomarse semanas libres. Pero entonces, llegó una solicitud para pasear a un par de perros con poca frecuencia. A través de una asociación con el programa Pet Peace of Mind, HopeWest puede ofrecer voluntarios para ayudar a cuidar a las mascotas de los pacientes. Amy, que también era amante de los perros, no pudo resistirse.
Fue entonces cuando conoció a Judith.
Judith es una presencia radiante; ella es ingeniosa y una narradora fantástica. Sus dos perros son igual de amigables: Hooper, un pastor australiano de nueve años, y Zozo, un mini pastor australiano de diez meses, saludan a Amy como lo harían con un querido amigo.
Bromean de un lado a otro, se ponen al día con la vida y cuentan historias de años pasados. Judith era ingeniera de carbón y Amy es actualmente traductora de sueco. Aunque en este momento Amy solo ha estado ayudando a Judith durante seis semanas, parecen amigos para toda la vida.
"Creo que ella es la voluntaria del hospicio, no yo", dijo Amy.
Judith ya no puede sacar a pasear a sus perros, por lo que Amy los saca a pasear y, especialmente para Zozo, es una gran oportunidad de socialización.
Hooper es el perro de servicio de Judith; él detecta convulsiones y la busca. Con sus nueve años de servicio, se está haciendo mayor. Cuando esté lista, Zozo asumirá el papel.
“La conseguí [a Zozo] durante el COVID, por lo que no había estado cerca de personas, automóviles ni cosas así. Entonces Amy la ayudó a sacarla y acostumbrarla a esos sonidos”, dijo Judith.
Con la ayuda de Amy, Judith puede seguir entrenando a Zozo y darle tiempo a Hooper para sí mismo sin el cachorro. Con HopeWest y Pet Peace of Mind, los pacientes y sus familias pueden tener verdadera tranquilidad.